miércoles, 24 de junio de 2009

Nota de Diario Clarin

FECHA 16/05/2009

UN OBSTACULO PARA LA CALIDAD EDUCATIVA
Horas libres: ya son uno de los principales problemas de la secundaria
Lo admiten funcionarios y docentes, aunque no hay cifras. Señalan que afecta la calidad del proceso pedagógico que requiere continuidad. La causa es el ausentismo de los profesores: ellos se defienden.
Por: Liliana Moreno

De esto no se habla y esto no se mide. Pero cuando se los consulta, funcionarios y docentes coinciden en que las horas libres son "uno de los problemas principales que enfrenta la secundaria", como sostiene el director de Educación bonaerense, Mario Oporto. Un mal silencioso que atenta contra la enseñanza y el aprendizaje y para el que hasta ahora no hay respuesta oficial.
El director del Programa de Educación del CIPPEC, Axel Rivas, va al grano: "Mientras las leyes vigentes –dice– establecen un mínimo de 180 días de clases y la extensión de la jornada escolar, tenemos un problema creciente de horas de clase perdidas. El desafío es recuperar estas horas antes que plantearnos nuevas metas. Porque esto implica que haya cada vez más discontinuidad en el proceso pedagógico. Y la continuidad es crucial para enseñar y aprender".
"El aumento de las horas libres es un hecho. Y a los efectos de los aprendizajes y de la organización de la escuela es un problema serio", dice en la misma línea la Subsecretaria de Equidad y Calidad Educativa del ministerio nacional, María Inés Vollmar.
"Hay un ritmo en la educación, de tener clases todos los días y de que las clases sean de tantas horas, que no se recupera 'toqueteando' los contenidos –dice siempre el ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco–. El rendimiento escolar está directamente asociado a la exposición escolar".
Si hay horas libres es porque hay profesores ausentes. Este es el núcleo espinoso del tema aunque no hay estadísticas que lo dimensión. Los docentes se defienden de lo que, dicen, es una idea instalada en parte de la sociedad: que faltan indiscriminadamente y que hacen abuso de un estatuto permisivo.
Para la coordinadora del Instituto de Investigaciones Pedagógicas de CTERA, Silvia Vázquez, "las horas libres son un problema de falta de previsión del sistema del que el sistema no se hace cargo". Y agrega: "Hay muchas situaciones por las que un docente no puede estar en clase: desde enfermedades provocadas por las condiciones en las que trabaja hasta reuniones convocadas por las autoridades, salidas didácticas o el derecho a la formación en servicio".
Enrique Vázquez es profesor del colegio Nicolás Avellaneda, de Palermo, y uno de los promotores de una experiencia para ponerle fin a las horas libres (ver "Películas"). Entre el turno mañana y tarde de la escuela suman 1500 horas de clase semanales y calcularon que en el último mes hubo entre 90 y 120 horas libres por semana. El acuerda con Silvia Vázquez en que una de las principales causas de la inasistencia de profesores es la sobrecarga de trabajo. "Este problema se agudizó en la Ciudad en la década del 90 cuando se nos permitió trabajar más de 36 horas cátedra semanales (40 minutos), el tope que establecía la ley, al tiempo que nos negaban aumentos de salario. Son muchos los profesores que hoy trabajan 40, 50 o más horas por semana con la consecuente secuela de licencias por stress, enfermedades cardiovasculares o depresión". La acumulación de horas de trabajo por profesor implica que cuando falta haya muchos chicos con horas libres.
En el resto del país la situación es algo diferente: según Vollmar, el tope de horas cátedra en la mayoría de las provincias está entre las 36 y las 42 horas semanales. Pero el tema trae cola: "En general, en todas las jurisdicciones, las licencias cortas no se cubren con suplentes". Y cortas, dice, pueden ser 10 o 15 días.
Para corregir el problema Oporto propone "concentrar el trabajo de los docentes en una o dos escuelas, trabajar en la salud preventiva y en las enfermedades profesionales y control para evitar los abusos". CTERA coincide en parte: "Tope de horas de la mano de un mejor salario", dice Vázquez.

2 comentarios:

Ailen Kletzel dijo...

La verdad que es muy triste la ausencia de docentes en el aula; a mi me pasó en la práctica docente de primer año cuando tuvimos que observar una escuela que la docente de inglés faltaba todas las semanas y los chicos quedaban a cargo de la maestra de grado cuyo trabajo no es cubrir en horas especiales.
También en una escuela que trabajé el año pasado, los chicos de ESB estaban de recreo continuamente, no había docentes suplentes para las áreas y se la pasaban corriendo y molestando en las aulas de EPB.
Habría que recapacitar un poco en esta situación y plantearse un poco la importancia de los docentes en el aula porque la asuencia de los mismos tiene influencia directa y dificulta el proceso de aprendizaje.

Ivana Gutiérrez dijo...

Me parece una verguenza el abuso que hacen muchos docentes de las licencias. Tendría que haber mas control y tendrían que recapacitar y pensar que la falta de docentes en las aulas influye directamente en la enseñanza de nuestros alumnos y esto obviamente influirá en su futuro.